El Diablo Sobre Teclas

Uno más entre tres millones de blogs dedicados a llevar la contraria.

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miércoles, enero 02, 2008

Mentiras, malditas mentiras y estadísticas de la DGT

Se acaba de hacer público el parte anual de bajas en las carreteras españolas... El Gobierno se congratula de que se ha bajado de los 3.000 muertos (a falta de los 9 últimos días del año, eso sí) y que hay que remontarse a los años 60 para encontrar cifras parecidas... Lo consideran (por supuesto) un éxito del nuevo carnet por puntos. Sin embargo, por todos lados se nos dice que los accidentes de tráfico continúan siendo una de las principales causas de muerte en España, por lo que hay que endurecer aún más las medidas, continuando con la política de acoso y criminalización de los conductores: máximas de 80 km/h en Barcelona, plagas de radares, penas de cárcel por ir a 90 km/h en ciudad o por tener una tasa de alcohol de 0.6 mg/L (cuando yo me saqué el carnet era perfectamente legal conducir hasta con 0.8 mg/L, debe ser que la DGT considera que ha evolucionado a peor la fisiología de la especie humana)... y todo ello, eso sí, acompañado de multas millonarias, a la altura de unos impuestos medievales.

¿Pero es cierto? ¿Son realmente los mediáticos accidentes de tráfico una de las principales causas de muerte entre los españoles? La respuesta la podemos encontrar fácilmente en Internet. Nos la da el propio Gobierno, desde el Ministerio de Sanidad y Consumo o desde el Instituto Nacional de Estadística. Los últimos datos completos disponibles en la Red son los de 2003. Aquel año, los muertos en carretera ascendieron a 5.478, ¡justo el doble que los 2.712 muertos de 2007! Sería de esperar que, en ese año, los accidentes representaran una cantidad escalofriante del total de muertes en España, ¿no? Bueno, aquí están los datos:




En 2003 hubo en España más de 380.000 muertes, contando exclusivamente las enfermedades y los accidentes. No se incluyen otras causas violentas como los accientes laborales, los asesinatos (entre ellos, las víctimas de la violencia de género) o las incontables (en un sentido práctico, y no sólo retórico) muertes de inmigrantes en el mar en busca de una dudosa salvación. De este total, las 5.400 muertes por accidentes de tráfico representan un 1.4% del total, teniendo que bajar hasta el número 16 del tétrico ranking para poder encontrarlas. Ya que las muertes totales en la actualidad serán un poco más altas (pongamos 385.000), las 2.712 muertes del año 2007 representarían poco más del 0.7% del total de muertos, y seguramente quedarían por debajo de bastantes otras enfermedades que no aparecen en esta tabla del 2003.

Un 0.7% del total... ¿Se considera esto una causa principal de muerte? ¿Está suficientemente justificado el acoso del gobierno a los conductores, los dispositivos policiales excesivos, las penas de cárcel, las medidas normativas ridículas de seguridad vial? En este momento, existen tramos de autovia de cuatro carriles en cada sentido, que han costado una millonada y cuya siniestralidad es prácticamente nula, con máximas de 80 km/h y radares cada 2.000 metros. Hay un tramo de "señalización experimental" en la Ronda de Dalt, una de las principales arterias que dinamizan la economía de Barcelona, con tres carriles, una máxima de 60 km/h y un radar que no para... Lo sé por experiencia propia: una vez me pilló ese mismo radar a 82 km/h un martes de invierno a las 3 de la madrugada; no había nadie en la Ronda, disponía de los tres carriles para mí solo, no creo que pusiera en peligro en aquella ocasión la vida de nadie, ni que contribuyera de manera significativa al efecto invernadero, pero aquella "conducción temeraria" me costó 240 euros de multa.

Que cada cuál saque sus propias conclusiones. A mí, personalmente, no me cabe la menor duda de que 2.712 muertos son muchos muertos, y sería bueno disminuir esa cifra, pero mejor haría el Gobierno invirtiendo más dinero en la lucha contra los infartos, los ictus, las múltiples formas del cáncer, las enfermedades pulmonares, las neurodegenativas o la diabetes... Más médicos, mejores hospitales, unidades especializadas en todas las ciudades, mejores ambulancias... Creo que el margen de mejora en nuestra Sanidad es bastante amplio y, eso seguro, pagaríamos menos multas injustificadas.


miércoles, diciembre 26, 2007

Zapatero descansa en Doñana


Lo siento. No he podido resistirme a poner esta imagen de zapatero (Gerris lacustris) descansando en Doñana. Total, ya es casi 28 de diciembre...

viernes, diciembre 14, 2007

Toyger, toyger, burning bright

Toyger, toyger, burning bright
in the forest of the night.
What immortal hand or eye
Could frame your fearful symmetry?

Bueno, quizás la mano y el ojo (aunque no creo que sean inmortales) de los criadores de The Toyger Cat Society.





miércoles, agosto 08, 2007

Tu predecible ausencia

Las palabras apenas significan ya nada desde que tú no estás
Fósiles conservados en grosera arenisca, sombra de lo que fueron
¿Qué significa beso? ¿qué significa piel? ¿qué significa sueño?

Perdurables o efímeras las historias acaban, nada es inextinguible
Olénidos y agnóstidos, facópidos y emuélidos, ¿quién os cede un recuerdo?
¿Hubo algo o no lo hubo?, no hay mucha diferencia con el paso del tiempo

Esta extinción en masa es algo irreversible, algo seguro y cierto
Ceratites no está, Pachydiscus no está y tú tampoco estás
Una ocasión perdida, una ópera frustrada antes de su obertura

Y en el mundo asolado, tras otros cataclismos, germina un nuevo intento
Una Elginia o un Moschops, puede que un Hesperornis, quizás un Cynognathus
Y algo que dé esperanza, algo que dé ilusión, algo que dé consuelo

Ahora habré de buscarte entre otras muchedumbres, en otros breves cuerpos
No creo que tenga suerte, pero habré de jugármela, un monstruo esperanzado
¿Sabes?, nunca se sabe, cuando menos se espera se pesca un celacanto


domingo, junio 24, 2007

So sad...

Encontrada en el Youtube esta rara avis. Se trata de Dirty Ray, ex cantante de los Immaculate Fools, dando un concierto en un bareto gallego, una noche cualquiera de 2007...

A pesar de haber renegado públicamente de las canciones de los Fools, está claro que sigue cantando estas canciones, o al menos una sombra de lo que fueron, en sus actuales conciertos... Sad, Got me by the heart, canciones que lo catapultaron a una efímera fama antes de descender al purgatorio del anonimato de su actual avatar.

La canción reza: "So sad, so sad. The things we never had... So sad, so sad, so sad." A la vista de la actual imagen del otrora imponente Kevin Weatherhill, solo, abandonado en el escenario, pugnando hasta con esa guitarra acústica que en otro tiempo nos transportaba oníricamente a los mundos infinitos de su genio, la letra de la canción no podría ser más apropiada...

sábado, mayo 05, 2007

One more kinetic rocker of a song




Del maestro Mike Scott...

LOVE WILL SHOOT YOU DOWN
The Waterboys - Book of Lightning - 2007


Ain’t you hard to beat after all this time,
still standing on your feet somehow,
way beyond your prime?
Well, love will shoot you down, will shoot you down
Love will shoot you down, will shoot you down

You believe you were The One but it was only grace
and when your hour is done and somebody
takes your place
love will shoot you down, will shoot you down
Love will shoot you down, will shoot you down

Time, old Time, King Time is moving back and forth
like a backlit dancer on a pale white horse

On a mad racecourse in a hungry land
you will be forced to play your secret hand
and love will shoot you down, will shoot you down
Love will shoot you down, will shoot you down

Fate is driving like a vigilante through the crowd,
hot coals on his feet, bullets on his brow
Power will spit you out, grief will leave you stunned
A camera will pick you out, a thief will cock the gun
and love will shoot you down, will shoot you down
Love will shoot you down, will shoot you down

Time, old Time, King Time is moving back and forth
like a backlit dancer on a pale white horse

jueves, abril 19, 2007

Maya

Incluso ahora, mi voluntad lucha contra el recuerdo, y se resiste a renunciar a aquellas caminatas por el Barrio Gótico. Y vuelvo siempre que puedo a batir los erosionados pavimentos, doblando cada esquina oscura con renovada ilusión por la oculta esperanza de encontrarme de nuevo con ella y que, esa vez, sea para siempre.

Porque fue allí, en aquellos callejones desvencijados, donde la vi por primera vez, en una tarde sombría de primavera como la de hoy. El mal tiempo no me había condenado a quedarme en casa, al contrario, me invitaba a disfrutar como tantas veces solía hacer (alguna ventaja teníamos que tener las personalidades melancólicas). Pero una lluvia demasiado intensa me había sorprendido entre las callejuelas y me obligó a buscar refugio bajo aquel soportal. Después de las últimas zancadas que me dirigieron hasta mi temporal escondite, levanté la mirada y encontré su rostro entre las sombras. Di entonces gracias al cielo por el imprevisible regalo del diluvio que me había traído hasta ella.

No fue en aquel momento, sin embargo, cuando empezó todo. Mi desmesurada timidez no me permitió entablar con ella más conversación que las obviedades impuestas por las circunstancias. De modo que me vi bajo aquel soportal, a solas con la criatura más encantadora de la Tierra, quejándome del aguacero y declarando teatralmente mi deseo de que la lluvia dejara pronto paso al buen tiempo. Ella fue contestando cortésmente a cada una de mis triviales tentativas, y tras unos minutos que fueron a la vez cortísimos e interminables, el temporal amainó lo suficiente como para que ambos continuáramos nuestros caminos separados. No por mucho tiempo.

Sin duda, el hecho de que estuviéramos solos en la sala facilitó las cosas. En la Academia programaban una exposición de no sé qué pintor danés y en una tarde como aquella no esperaba encontrarme con mucha gente. Pero lo que menos podía yo soñar era verla aparecer bajo el arco neogótico de la entrada, justo en el momento en que comenzaba a aburrirme de contemplar los irreales juegos de colores que mostraban impúdicamente los lienzos. En menos de un minuto, superé mi timidez, animado por la posibilidad de que ella pudiera compartir conmigo algo más que el deseo de no mojarnos bajo la lluvia. Y pasamos la siguiente media hora comentando los automatismos psíquicos del expresionismo y coincidiendo en nuestras opiniones sobre el malgasto de recursos artísticos a lo largo del siglo XX.

Luego me arriesgué a invitarla a un café, y después a una cena. Me confesó su nombre, que era Maya. Y un sentimiento extraño me hizo pensar que no podía ser de otra forma, que aquel nombre rimaba con sus ojos como si éstos hubieran sido ideados para ilustrarlo, como si alguien hubiese pedido al danés que dibujara el nombre de Maya, y éste hubiera plasmado sobre el lienzo aquel mismísimo dulce rostro que yo estaba contemplando.

Desde aquella tarde Maya y yo fuimos prácticamente inseparables. Ella llenaba mi existencia por completo. Paseaba con Maya, comía con Maya, cenaba con Maya, dormía con Maya. Disfruté de su siempre sorprendente compañía durante los fines de semana en algún pueblecito de la Costa Brava. Viajamos juntos al País de los Cátaros. Visitamos parques naturales, nos asombramos del esplendor estival de los bosques araneses, nos sumergimos juntos en las cristalinas aguas del Mediterráneo durante todo un verano de increíble y absoluta felicidad.

Llegó el otoño y, de repente, no hubo más Maya.

Pasé días enteros desesperado en la puerta de su edificio, apretando una vez tras otra su portero automático. Nadie respondía a mis insistentes llamadas. Los vecinos de la puerta de al lado, tras amenazarme con llamar a la policía, me aseguraron que no habían visto a nadie viviendo en aquella casa desde antes del verano. Intenté marcar su número de teléfono un millón de veces. Una voz metálica siempre me aseguraba que aquel número no existía.

Lo peor vendría después. Pregunté en los sitios donde solíamos tomar café. Una y otra vez me dijeron que no se acordaban de verme acompañado de ninguna chica. El maitre de nuestro restaurante favorito se excusó por no recordar a mi acompañante, pero se alegraba por mí , porque así ya no tendría que volver a cenar tantas veces solo.

Mis amigos, los pocos verdaderos amigos que me quedaban, se sorprendieron de que volviera a llamarles después de todo un verano. Sinceramente, se habían preocupado por mí al ver cómo me volvía cada vez más eremita, y se alegraron de que volviera a ser el mismo de siempre. Habían comentado entre ellos mi situación, y todos coincidían en que tantos viajes en soledad, tantas tardes solitarias en playas desiertas, tantos paseos por los bosques sin hablar con nadie, no podían ser buenos. Aunque no se habían extrañado, dada mi reconocida vocación de solitario ocasional. Ninguno de ellos había visto jamás a Maya.

Han pasado ya muchos años desde aquellos días en que conocí la más absoluta felicidad, y aún sigo paseando mi soledad por las callejuelas del Barrio Gótico. Hoy escribo esta historia porque ayer por la tarde los recuerdos que no han dejado de acompañarme se hicieron más intensos que nunca. El Centro de Cultura Contemporánea conmemoraba el cincuentenario de la muerte de aquel pintor danés. Con la vana esperanza de volver a verla, me dirigí a la inauguración de la exposición. Y volví a verla.

Sí. Allí estaba de nuevo, con su dulce mirada, con su rostro angelical, con sus cabellos morenos perfectamente peinados y su sensual boca. Allí estaba, sí, estampada en el lienzo resaltando sobre un fondo de color irreal. Cuando pude recobrar la cordura, miré apresuradamente en el catálogo: “32. Maya, Goddess of Delusion (1952)”.



jueves, enero 25, 2007

Pregúntale a Google...

¿Quién es más poderoso, dios o el diablo? A ver... que responda el Oráculo:

Cosas que no puede hacer dios:

Respuesta: aproximadamente 1.680.000 de cosas que no puede hacer dios.

Cosas que no puede hacer el diablo:

Respuesta: aproximadamente 1.370.000 de cosas que no puede hacer el diablo.

Es evidente, el Diablo gana por goleada :-D

Por cierto, para el que no haya dado cuenta, la primera cosa que no puede hacer el diablo es precisamente este Blog. De donde se deduce que un servidor (o al menos, el equipo formado por un servidor y los programadores de Blogger.com) es más poderoso que el señor del rabo, ¿será porque no existe?

En fin, que uno no deja de sorprenderse cuando mira los insondables caminos que usa la gente para llegar a este blog de ustedes. De todos ellos, la verdad, lo que más me sorprende es la manía que tiene la gente por conocer el significado de las libélulas... Prácticamente no pasa un día sin que alguien le haga a Google esa misma extraña pregunta. ¿Qué significará? (Si eres uno de los que ha llegado hasta aquí impulsado por el irrefrenable deseo de conocer el significado de tan elegantes insectos, lamento mucho no poder ayudarte, créeme que ignoro si realmente significan algo). Aunque hoy, por ejemplo, (aparte del tema de moda, el tiburón "prehistórico" de Japón), la vencedora del día, con 9 búsquedas, ha sido "dinosaurios y cavernicolas". ¡Que no convivieron, coño! (perdonen ustedes, pero es que esta gente me tiene ya un poco harto).

miércoles, diciembre 27, 2006

El Extraño Dinosaurio de El País

Ayer leí en El País Digital una extraña noticia...

Hallada en Castellón una nueva especie de dinosaurio

'Smeagol' medía poco más de dos centímetros de longitud, tenía tres pares de patas y era casi transparente

Pueden ustedes imaginarse mi consternación ante semejante descubrimiento para la ciencia: ¡Un dinosaurio con seis patas! Además, con 2 cm sería el más pequeño dinosaurio conocido y... por si fuera poco, ¡el primer dinosaurio transparente! ¡Y todo ello en Castellón!

Al pinchar en el enlace se justificó mi escepticismo y recuperé mi innata tranquilidad... El Gollumjapyx smeagol no es un dinosaurio, sino algo mucho más interesante (al menos para mí): una especie de dipluro cavernícola gigante ("gigante" para ser un dipluro, no se hagan ustedes ilusiones)... un poquito de búsqueda en Google y aquí tienen la imagen del "dinosaurio":


El Gollumjapyx smeagol, extraño para ser un dinosaurio, ¿no?

Se trata de uno de los muchos invertebrados cavernícolas autóctonos de nuestra península, que ha sido recientemente descubierto en un grupo de cuevas al Norte de Castellón, por el equipo de Alberto Sendra, del Museu Valencià d'Història Natural. Se trata de uno de los mayores depredadores de su ecosistema, y pertenece al Orden (que no a "La Orden", que dice el artículo de El País, como si de un caballero templario se tratara) de los Dipluros, un grupo arcaico de Artrópodos Hexápodos que hace unos años se incluía dentro de los Insectos (en la subclase Apterigotas, junto a los conocidos pececillos de plata, Lepisma sp.), pero que en la actualidad se considera previo a la aparición de los insectos, debido a ciertas diferencias en la forma de sus mandíbulas (los Dipluros, junto a otros grupos como Colémbolos y Proturos, son "Entognatos", porque tienen las piezas mandibulares escondidas en el interior de una cavidad, mientras que los verdaderos Insectos son "Ectognatos" y tienen las piezas bucales en el exterior). Por cierto, que el hallazgo no es de ayer, como suele ser habitual en los diarios, que publican las novedades de Ciencia meses después de que hayan sucedido. El artículo de Zootaxa donde se describe la especie tiene fecha de recepción del 10 de octubre, y de publicación el 4 de diciembre.

Todo un hallazgo por sí mismo, que no hubiera tenido repercusión en los medios de comunicación si no fuera por la afortunada elección del nombre: Gollumjapyx smeagol, por supuesto, en honor del principal y más interesante personaje (al menos para mí) de El Señor de los Anillos, todos ustedes lo conocen y coincidirán conmigo en que el nombre es muy acertado, visto el aspecto y el comportamiento del bicho en cuestión. Así que nuestro humilde dipluro cavernícola gozará de los cinco minutos de celebridad que le corresponden según Andy Warhol, gracias al éxito de la película de Peter Jackson (que no al del libro de Tolkien).

Pero esta entrada de blog quería ir por otro lado. La anécdota es un fiel reflejo del estado de la cultura científica en España... ¿No resulta triste que un periodista de El País meta la pata de ese modo? ¿No es chocante que a una persona culta no le extrañe en absoluto que exista un dinosaurio con seis patas y transparente? ¿No es triste que las noticias de ciencia se dejen en manos de ciudadanos como éste? Me consta que El País tiene en su plantilla a grandes profesionales del periodismo científico (seguramente los mejores de España): Malén Ruíz de Elvira, Alicia Rivera... Precisamente por eso, resulta más triste el fallo. Si en el medio que presta más atención a la Ciencia ocurren estas cagadas, ¿qué no ocurrirá en los demás periódicos, por no hablar de la televisión.

He estado intentando encontrar el origen de la confusión del redactor y cada una de las posibilidades la encuentro peor... Primero, el error de pensar que se trata de una especie extinta (¿tan difícil resulta creer que aún encontremos nuevas especies de seres vivientes en nuestra maltrecha Naturaleza?). Este error aún persiste en la web de El País, que en ningún momento deja claro que la especie se encuentra vivita y coleando en nuestras cuevas. Segundo, la confusión del concepto "animal cavernícola" (que decía la nota de prensa de la Agencia Efe), que el redactor tomó por sinónimo de "dinosaurio", evidentemente relacionando las cavernas con la prehistoria, como si no existieran estos interesantes hábitats en la actualidad, y, por si fuera poco, seguramente teniendo en mente al "hombre de las cavernas" más que a los dinosaurios (ya se sabe que un porcentaje elevado de la población piensa que todos aquellos bichos vivieron más o menos en la misma época, echen la culpa al bikini de Rachel Welch o a Los Picapiedra).

Pero lo peor de todo es que el autor del titular no parece haber leído la nota de prensa que ha usado como cuerpo para el artículo, ya que ahí se deja bien claro que: "El Gollumjapyx smeagol es un invertebrado de poco más de dos centímetros de longitud, con tres pares de patas, casi transparente y con aspecto de insecto que, según las fuentes, es uno de los mayores depredadores que se conocen del medio subterráneo europeo". O peor, quizás esta descripción le pareció corresponder a un dinosaurio, quizá por aquello de "uno de los mayores depredadores", palabras que casi siempre se asocian a los dinosaurios.

En fin. Ahora mismo, más de 24 horas después de su primera publicación, alguien con mejor criterio ha corregido, por fín, el titular de El País Digital, que ahora reza: "Una especie de artrópodo descubierta en Castallón (sic), bautizada con el nombre de un personaje de "El Señor de los anillos". Sin embargo, persiste el error de utilizar el pasado ("medía", "tenía", "era") como si fuera un animal extinto... Aunque seguramente, después de todo y en vista del poco interés de nuestra sociedad por la Naturaleza, acabemos también extinguiéndolo. Al fin y al cabo, Gollum acabó sus días en la lava del Monte del Destino, ¿no?. Quizás sea también éste el destino de nuestra querida Biodiversidad: "Desde los abismos, llegó su último lamento ¡Tesssoro! y desapareció para siempre".

sábado, diciembre 02, 2006

Amplificación

Me llega por e-mail:
Invierno en la Reserva India

Era otoño, y los indios de una remota reserva preguntaron a su nuevo Jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible. Dado que el Jefe había sido educado en una sociedad moderna, no conocía los viejos trucos indios. Así que, cuando miró el cielo, se vio incapaz de adivinar qué iba a suceder con el tiempo.

De cualquier manera, para no parecer dubitativo, respondió que el invierno iba a ser verdaderamente frío, y que los miembros de la tribu debían recoger leña para estar preparados.
No obstante, como también era un dirigente práctico, a los pocos días tuvo la idea de telefonear al Servicio Nacional de Meteorología.
- ¿El próximo invierno será muy frío? (preguntó).
- Sí, parece que el próximo invierno será bastante frío (respondió el meteorólogo de guardia).
De modo que el Jefe volvió con su gente y les dijo que se pusieran a juntar todavía más leña, para estar aún más preparados.
Una semana después, el Jefe llamó otra vez al Servicio Nacional de Meteorología y preguntó:
- ¿Será un invierno muy frío?
- Sí (respondió el meteorólogo) va a ser un invierno muy frío.
Honestamente preocupado por su gente, el Jefe volvió al campamento y ordenó a sus hermanos que recogiesen toda la leña posible, ya que parecía que el invierno iba a ser verdaderamente crudo.
Dos semanas más tarde, el Jefe llamó nuevamente al Servicio Nacional de Meteorología:
- ¿Están ustedes absolutamente seguros de que el próximo invierno habrá de ser muy frío?
- Absolutamente, sin duda alguna (respondió el meteorólogo) va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
- ¿Y cómo pueden estar ustedes tan seguros?
- Coño, ¡pues porque los indios están recogiendo leña como locos!



martes, noviembre 28, 2006

Demasiado amor

Del maestro Kevin Weatherhill (a.k.a. Dirty Ray)



Too Much Love
Dirty Ray 1998


There's too much time when I'm without you
Too many hours in the day
Too many thoughts crowding my room
Too many miles in the way.


There's too many years between us, it's true
Too many demons to tame
Too many ghosts living with you
Too much of you to be saved.


There's too many arms with nothing to do
Too many tears on my face
Too many nights for me to crawl through
Too much love to be made.


Too much love to be made.
Too much love to be made.
Too much love to be made.



domingo, noviembre 26, 2006

Eficacia Absoluta

- Pero... ¡¿Todo ese carro lleno?!

- Sí. Nada menos que setecientas copias imprimieron de esta basura. Harán una buena hoguera.

- ¿Están todas?

- Por supuesto. Como de costumbre. Los impresores de Toledo guardan buena cuenta de todo lo que hacen. Ya nadie se arriesga a ocultarnos nada, desde el proceso a los hermanos Pérez, hace cinco años. No hay nada como un buen ejemplo para mantener las buenas costumbres.

- Pero sin embargo, siguen imprimiendo...

- No es culpa suya. Ellos no tienen autoridad para determinar si lo que imprimen está inspirado por Satanás. Ese es nuestro trabajo. Y, en realidad, colaboran con nosotros para detectar a los peligrosos. Casi todos los últimos casos han sido denunciados por sus propios impresores. Por supuesto... se llevan la parte del patrimonio del reo que les corresponde, pero esto no creo que lo sepan los propios acusados. De hecho, creo que debe ser una buena inversión para ellos.

- Además de que esto nos permite obtener una hermosa y ejemplar hoguera.

- Sí, eso también, Fray Pedro. La hoguera de los libros forma parte del ejemplo. Y lo mejor es observar la cara del reo mientras ve arder toda su obra. Estoy seguro de que no puede dejar de pensar que, mañana, será su propio cuerpo el que esté atado a la estaca. Por eso esperamos a que recupere el sentido, aunque nos cueste alargar el proceso unos días. A veces, a los verdugos se les va un poco la mano...

- Allí lo tenemos, Julián Chueca de Cáceres, aferrado a los barrotes de la ventana de su celda. Fíjese con qué ojos mira a los verdugos arrojar sus libros a la pira.

- Pronto su nombre será borrado de la faz de la Tierra, como es de justicia.

- Da gusto hacer un trabajo bien hecho, Reverendo.

- Sí, Fray Pedro. Nuestros métodos han mejorado mucho últimamente. Desde que implantamos la Ley del Absoluto Olvido, nuestra eficacia es envidiada en toda Europa.

- ¿Qué se comenta en Roma de nuestra Institución?

- ¿Roma? En Roma se han vuelto unos blandos. No sé como quieren que hagamos así nuestro trabajo. El Papa Urbano está haciendo el ridículo con todo el asunto de ese tal Galileo. Imagínate. ¡Ni siquiera va a ir a la hoguera! ¡Sólo lo han recluido en su propia casa! Si cayera en mi poder, lo estrangularía con mis propias manos...

- Antes atendían más a razones.

- Sí, pero incluso entonces cometían torpezas. Como hace treinta años, con aquel caso de Giordano Bruno. Quemaron su cuerpo, pero dejaron que algunas copias de sus escritos le sobrevivieran. De hecho, ahora todo el mundo conoce sus blasfemias y en el Norte hay gente que incluso está empezando a aceptarlas. Los italianos no se dan cuenta de lo fundamental del asunto, que no consiste en quemar al hombre, sino en hacer desaparecer su obra. Eso es lo más peligroso.

- Las doctrinas de Satanás...

- ¡En efecto! Las palabras del Enemigo se extienden como la peste. Si no se purifican por el fuego, acabarán consumiéndonos a todos. En la misma época de Bruno, mi equipo ya dio una lección de eficacia con el asunto de Pablo Carvajal. Aquel hereje de Sevilla.

- No le recuerdo.

- ¡Claro que no! ¡De eso se trata! El que no lo recuerdes nos demuestra que la Ley del Absoluto Olvido funciona. De hecho, no debería de haber pronunciado su nombre, ya que está prohibido. ¡Igual que no se podrá pronunciar, a partir de ahora, el nombre de Julián Chueca de Cáceres! Pablo Carvajal era un sevillano cuyos escritos sin duda alguna estaban inspirados por el mismo Diablo. Sólo leerlos ya provocaba dolor de cabeza. Sus teorías eran malignas. Afirmaba, por ejemplo, que nada podía desplazarse más rápido que la luz, claramente imponiendo límites a la omnipotencia de Nuestro Señor... Además, sostenía que cuando los cuerpos se acercaban a esta velocidad, el tiempo se alargaba y las distancias se contraían.

- ¡Horrible!

- Sí, toda una blasfemia contra la perfección del Creador. Aún recuerdo el título de su libro, aunque no lo debería de pronunciar: "Acerca de lo relativo en el movimiento de los cuerpos".

- Pero hoy ya nadie lo conoce...

- ¡Gracias a nuestra eficacia! Aplicamos los métodos del Absoluto Olvido. Quemamos su cuerpo y sus obras, borramos toda referencia a éstas o a la misma existencia de su endemoniado autor. Prohibimos pronunciar su nombre o hacer uso alguno de sus ideas, bajo pena de muerte. Cambiamos incluso los registros de nacimiento. Y enviamos a Carvajal y a su memoria de nuevo al infierno de donde nunca debió de salir. Para las futuras generaciones, Pablo Carvajal jamás existió. Sólo mediante estos métodos, conseguiremos que nuestra gente mantenga la cordura, y nunca estén expuestos a semejantes blasfemias.

- En Italia deberían aplicar los mismos métodos.

- ¡Y en todas partes! Fíjate lo que consiguió el Papa Clemente con Bruno y su estúpida idea de los infinitos soles. ¡Su ineficacia ha hecho que estas teorías diabólicas adquieran renombre!... Y esa manía de guardar una copia de los libros de la Lista en la Biblioteca del Vaticano... ¡Pero si es justo lo contrario de lo que tratamos de hacer! ¡Hay que eliminar toda memoria de las doctrinas de Satanás, y no preservarlas en una biblioteca para siempre! Y además, esa práctica absurda de conservar las transcripciones de los Autos de Fe... ¡Cómo si tuvieran algún interés las pobres defensas que hacen los acusados! ¡Todas esas prácticas fomentan justo lo contrario de lo que intentamos llevar a cabo!

- Menos mal que eso no pasa en Castilla.

- ¡Gracias a nuestro celo! No sé que sería del Mundo si hubiéramos permitido que estas doctrinas salieran a la luz y se extendieran como la peste. ¡Imagínate! Por ejemplo, todos esos ejemplares del libro que están ahora ardiendo en esa inmensa pira... ¿Sabes como se llamaba?

- Sé que tendré que olvidar su nombre a partir de ahora. Pero hoy aún lo recuerdo: "Sobre los cambios y variaciones en la naturaleza de los seres vivientes".

- ¡Exacto! ¡Este blasfemo endemoniado pretende hacernos creer que el ser humano no es más que un simio sin pelo, que ha descendido de los árboles! Y afirma que sus ideas se basan en las observaciones de unos lagartos y unos pájaros que pudo ver en unas islas de las Indias

- Tendremos que controlar más a los que viajan a las Indias... Parece que esa tierra ejerce una influencia diabólica.

- En efecto. Si yo hubiera sido consejero de la Reina Isabel, nadie jamás habría sabido de la existencia de aquellas tierras. Pero, en aquella ocasión, la codicia pudo más que la cordura.

- Bueno. Los tiempos han cambiado. Gracias a Dios, ahora nosotros estamos aquí para preservar nuestra Fe.

- ¡Cuanta razón tienes! Mañana terminaremos con este absurdo caso. Los verdugos ya están acabando. Ahí puedes verlos, echando al fuego la última copia del libro. Mañana su autor será igualmente pasto de las llamas purificadoras. ¡Nadie jamás volverá a oír hablar de Julián Chueca, ni de sus blasfemas ideas sobre la evolución de los seres vivientes!




sábado, noviembre 25, 2006

Ritos de Paso

Del maestro Derek William Dick:


Rites of Passage
Fish 1998

With this right of passage,
cruel twist of fate,
with every turn of every card I never see,
until it's too late,
the deed is done
and leaves me wondering just where our love has gone
I cannot say
in honest truth
that I still trust all my feelings for you.

You knew that it was wrong,
And you think that saying sorry
is gonna make it seem alright,
And maybe in this song
you will hear me for the first time
and you'll start to see the light.

Living with you
is like being parked
on double yellow lines waiting to be towed away,
I'll pay the fines
and I'll be back,
but I'm running out of reasons to stay.

You knew that it was wrong,
And you think that saying sorry
is gonna make it seem alright,
And maybe in this song
you will hear me for the first time
and you'll start to see the light.

You knew that it was wrong,
And you think that saying sorry
is gonna make it seem alright,
And maybe in this song
you will hear me for the first time
and you'll start to see the light.

With this right of passage
I reclaim my heart,
I take my leave, as if on cue,
I play no further part
in your self-penned dramas,
where each stolen kiss
just goes to prove that happy endings don't exist.

Historias de Gigantes

Rescato del olvido un artículo que escribí en 2001. Creo que merece la pena...

Historias de gigantes

Bajo los truenos de lo más profundo,
muy, muy abajo, en el mar del abismo,

su ancestral, imperturbable, letargo sin sueño,
el Kraken dormía...

El Kraken - Albert, Lord Tennyson


Vivimos fascinados por el tamaño. Miles de personas adquieren cada año el "Libro Guiness de los Récords", sólo por el placer de conocer las estadísticas sobre el edificio más alto, el puente más largo o la pizza más grande que la humanidad ha sido capaz de fabricar. Inevitablemente, el hombre imaginó a sus dioses enormes, los hizo habitar en ciclópeas moradas y los representó por inmensas estatuas. Los gobernantes, conociendo bien el respeto que confiere un gran tamaño, fabricaron colosales representaciones de sí mismos en piedra o en bronce, en una tradición continuada, que va desde las enormes estatuas erigidas por Ramsés II, que inspiraron a Shelley su poema Ozymandias, acerca de la grandeza condenada a la desaparición, hasta las cuatro cabezas presidenciales esculpidas en la ladera de piedra del Monte Rushmore, en Dakota del Sur, inmortalizadas en tantas películas, y que sirvieron a Hitchcock de escenario para una de las más escalofriantes escenas de suspense en "Con la Muerte en los Talones".

La naturaleza también tiene sus colosos y, casi siempre, son mucho más impresionantes que cualquier cosa que el hombre, en sus limitaciones, pueda ser capaz de idear. La inagotable curiosidad de los niños, cuando se les cuenta acerca de ésta o aquella maravilla, casi siempre tiene como reacción inmediata el planteamiento de la importante pregunta: "¿cómo es de grande?". Si se les dice que un lobo es casi igual de grande que el perro del vecino, posiblemente no quedarán muy impresionados. Si, por el contrario, les contamos que una ballena azul apenas podría caber en el patio de su colegio, o que algunos de los dientes del Tyrannosaurus eran mayores que su antebrazo, seguramente no podrán reprimir un suspiro de sincera admiración, casi de auténtica veneración. Lo grande es poderoso, y el poder siempre produce esa mezcla de asombro y curiosidad que es el germen de todos los descubrimientos.

Y sin embargo, paradójicamente, algunos de los seres vivos más grandes que habitan, o han habitado alguna vez, nuestro planeta, permanecen aún en la penumbra de lo desconocido, y se cuentan entre las criaturas más enigmáticas que la ciencia haya podido estudiar, a pesar del comprensible esfuerzo que han invertido los científicos en saber más acerca de su naturaleza. Este artículo pretende acercarnos un poco a los monstruos y gigantes de la naturaleza, una tarea que quizás produzca resultados imprevistos y, por ello, más interesantes de lo que cabría imaginar en un principio. Trataré de contar una serie de curiosidades, historias e incluso leyendas sobre grandes criaturas. Cada una a su modo, es un récord viviente, un límite, un campeón del tamaño y del poder y, casi siempre, un enigma.


Gigantes de las profundidades

Nuestros océanos constituyen la última frontera desconocida para el hombre, y gracias al soporte que proporciona el entorno acuoso, pueden albergar formas de vida mucho mayores que la tierra firme. Conocida por todos, debido a su más que evidente notoriedad, la ballena azul, Balaenoptera musculus, aún está entre nosotros, persistiendo a pesar de nuestro prolongado empeño para hacerla desaparecer. Con sus 33.5 m de longitud máxima y sus 190 Tm de masa corporal, este leviatán es el animal más grande que haya habitado jamás nuestro planeta, al menos el doble de pesada que los mayores dinosaurios. El hombre ha cazado a la ballena azul y a todos sus parientes, los grandes cetáceos, durante cientos de años, por su carne, su grasa y otros muchos productos que pueden extraerse de su inmenso cuerpo. Prácticamente cualquier fragmento es aprovechable, desde las barbas o ballenas que usa para filtrar su alimento, hasta el contenido de sus intestinos. Incluso sus enormes costillas sirvieron a los escandinavos en otro tiempo para construir viviendas. Hoy en día no tiene sentido continuar cazando a las ballenas, dejando aparte el hecho de que su desaparición constituiría quizás el golpe más grave asestado por el hombre a la biodiversidad de nuestro planeta, también las razones estrictamente económicas desaconsejan su caza.

Todo lo que se puede obtener de las ballenas puede lograrse también empleando otro tipo de materiales, sintéticos o naturales, y el precio del combustible necesario para el funcionamiento de la flota ballenera, unido al de la mano de obra que requiere su explotación, han hecho que su exterminio deje de ser rentable. A pesar de nuestra larga relación comercial con las ballenas azules, desconocemos mucho acerca de su biología y sus costumbres. Sirva de ejemplo el hecho de que todos tendemos a imaginar a la ballena azul como un animal rechoncho, la forma de su cuerpo aproximadamente como un balón de rugby. Nada más lejos de la realidad, las ballenas azules, cuando están vivas, son animales esbeltos, casi serpentinos, de movimientos rápidos y elegantes. El que nos hayan enseñado una ballena ovoide e hinchada dice mucho acerca de nuestra relación con ella. Las redondeces vienen de los gases procedentes de la descomposición, que comienzan a desprenderse tras la muerte de la ballena, de modo que hinchan su cuerpo y contribuyen a mantener a flote su cadáver, facilitando la labor de los balleneros. ¿Y qué les hemos dado a cambio? Ni siquiera mantenemos una imagen correcta de su esplendor. La percepción que la mayoría de nosotros tenemos de la ballena azul es la de un animal muerto e hinchado, listo para ser descuartizado. Los mitos de nuestros antiguos, casi sin excepción, concedían a los gigantes una muerte heroica, un destino épico y un recuerdo honroso y duradero. Los tiempos cambian. Ahora ni siquiera respetamos a nuestros colosos.



Si la ballena es un animal relativamente familiar para la mayoría de nosotros, el siguiente gigante que nos ocupa es mucho más esquivo, por lo que mucha gente incluso duda aún de su existencia, relegándolo a la categoría de leyenda o mito aunque, en los últimos años, algunos datos sobre su biología han llegado a ser conocidos por los científicos. Es el turno de hablar de un misterioso animal cuya historia estará, quizás por siempre jamás, envuelta en un halo de leyenda. Se trata del calamar gigante, Architeuthis dux. Los científicos han podido estudiar ejemplares de hasta 25 m de longitud, con unos globos oculares de 25 cm de diámetro (los más grandes ojos que haya poseído jamás cualquier criatura, tan grandes como un balón de voleibol). El calamar gigante es un ser tan esquivo que, hasta ahora, ningún científico ha podido observarlo en vivo, limitándose nuestro conocimiento a alrededor de medio centenar de ejemplares muertos, que han podido ser recuperados, varados en las playas, en las redes de los pescadores o en el estómago de algún cachalote. Se sabe, gracias a ello, que esta criatura monstruosa constituye una buena parte de la dieta habitual de los cachalotes, los mayores vertebrados carnívoros que existen en nuestros océanos. Así mismo, se sabe que no siempre es el cachalote el que inicia la lucha. En 1930, un barco noruego informó de que había sido atacado tres veces en el mismo día por un Architeuthis, hasta que la criatura fue atrapada por las hélices del buque, quedando su cuerpo destrozado.



Esto sugiere que quizás el calamar gigante ataque habitualmente a los cachalotes y otros grandes animales de las profundidades. En 1965, un buque ballenero ruso tuvo la ocasión de contemplar la batalla épica entre un cachalote y un Architeuthis, cuyo resultado final fue la muerte de las dos criaturas. El cadáver del cachalote fue encontrado flotando unas horas después, los tentáculos mayores del calamar alrededor de su cuello. Había muerto estrangulado. El resto del cuerpo del calamar se halló en el estómago del cetáceo. Este legendario kraken fue origen de innumerables leyendas en todos los mares del mundo, en épocas pasadas, hasta que, en 1874, se halló un ejemplar varado en la costa de Newfoundland, y fue descrito científicamente, en 1880, por A. E. Verrill, de la Universidad de Yale.


Un último comentario sobre esta increíble criatura, aunque se trate de un hecho no contrastado por los científicos, servirá para hacernos una idea de lo poco que conocemos sobre el Architeuthis. Durante la Segunda Guerra Mundial, la tripulación de un remolcador de la Marina Británica que navegaba por el Océano Indico pudo contemplar, bajo las onduladas aguas, un calamar gigante que nadaba inmediatamente debajo de la quilla del buque. El extremo de sus tentáculos sobresalía por la proa, mientras que su otro extremo, las relativamente pequeñas aletas que adornan su cabeza, se encontraba más allá de la popa del remolcador. El remolcador medía 51 metros de eslora. Todo esto sirve para convencernos de que, en las profundidades del océano, existe una criatura que puede alcanzar, como mínimo, hasta 25 m de longitud, que jamás ha sido observada en vivo por ningún científico, y de la que se desconoce prácticamente todo. Si nuestro conocimiento sobre este coloso, el mayor invertebrado que ha habitado jamás nuestro planeta, es tan pobre, podemos imaginar entonces los miles de misterios protagonizados por seres menores, pero igualmente fascinantes, que encierran aún las profundidades, y cuya existencia nos es aún completamente desconocida.

Si nos interesa el tamaño de los gigantes, mucho mayor aún es la fascinación o incluso el auténtico miedo que les tendremos, si se trata de animales carnívoros. En presencia de un elefante podemos sentir respeto o reverencia, pero si nos encontramos, cara a cara, con un tigre de Siberia, el mayor carnívoro que habita tierra firme en la actualidad, sin duda recorrerá nuestro cuerpo un escalofrío de genuino y ancestral terror. El cachalote, Physeter catodon, con sus 19 m de longitud es, en la actualidad, el vertebrado carnívoro más grande que habita el océano (y, por tanto, nuestro planeta). También es origen de duraderas leyendas. Moby Dick, la ballena blanca de la inmortal historia de Herman Melville, era un cachalote y, en realidad, estos cetáceos, como cualquier gran depredador, se comportan de un modo agresivo. De hecho, han sido responsables de miles de muertes entre los remeros de las barcazas de las flotas balleneras de tiempos pasados, cuando la técnica de caza era mucho más peligrosa que en la actualidad. Sin embargo, el cachalote no es el mayor vertebrado carnívoro que haya existido. Este honor corresponde a un reptil marino del Jurásico llamado Liopleurodon, el mayor monstruo carnívoro que jamás haya vivido sobre nuestro planeta. Liopleurodon, cuyo nombre significa "dientes de bordes lisos" no era un dinosaurio, pertenecía a una clase diferente de reptiles marinos, los pliosaurios, o plesiosaurios de cuello corto, y alcanzaba una longitud de hasta 25 m, y un peso de alrededor de 150 Tm. Poco sabemos acerca de su biología, pero podemos imaginar que dominó los mares de su época, de un modo aún mas dictatorial del que hoy practican los cachalotes, capturando toda clase de animales con sus enormes dientes, el doble de grandes que los de un Tyrannosaurus, que coronaban una impresionante boca de 3 m de longitud. Sin duda una auténtica pesadilla para todos los habitantes de los mares del Jurásico.


Gigantes sobre la superficie terrestre

Todos sabemos que el mayor animal que camina hoy día sobre tierra firme es el elefante africano, Loxodonta africana, protagonista de tantos documentales que cualquier dato que pudiera yo dar aquí resultaría completamente redundante. Pero, en el pasado, caminaron seres mucho mayores sobre la Tierra. El honor de ser el mayor mamífero terrestre es disputado entre dos herbívoros estrechamente relacionados, los rinocerontes gigantes del Mioceno, el Indricotherium y el Paraceratherium, con una altura máxima de unos 6 m hasta los hombros, una longitud de unos 8 m y un peso de 18 o 20 Tm. En comparación, los mayores machos de elefante africano pesan hasta 6 Tm, con una altura de hasta 4 m. Estos antecesores de los rinocerontes y los tapires, relacionados también con los actuales caballos, llevaban posiblemente una vida muy parecida a la de los elefantes de hoy en día, con la salvedad obvia de que podían comer hojas de árboles más altos.

Por supuesto, todos los mamíferos terrestres se quedan pequeños ante la inmensidad de los dinosaurios. Los mayores dinosaurios pertenecieron al suborden de los Saurópodos, cuyos miembros más famosos son el Diplodocus (28 m de longitud) y el Brontosaurus (más correctamente denominado Apatosaurus, con 27 m). Sin embargo, en los últimos años, se han multiplicado los hallazgos de nuevas especies de enormes Saurópodos, cada uno de los cuáles podría haber sido el mayor animal que caminó sobre la Tierra. Entre ellos, Seismosaurus posiblemente alcanzó una longitud de hasta 37 m, y sus primos sudamericanos Andesaurus y Argentinosaurus se disputan el preciado honor, estimándose su longitud máxima en 40 y 42 m respectivamente. En la actualidad, podemos considerar a Argentinosaurus huinculensis, descubierto en 1993, el mayor animal terrestre conocido. Su peso total superaría ampliamente las 100 Tm, tanto como 5 Paraceratheriums, 20 elefantes africanos, o algo más de 1200 Homo sapiens juntos.


Hasta hace muy poco tiempo, el mayor carnívoro terrestre conocido era Tyrannosaurus rex, que se ha hecho tan famoso como para poder ser incluido en el reducido círculo de las criaturas, junto a H. sapiens, E. coli o D. melanogaster, cuyo nombre científico puede ser descrito inconfundiblemente con una abreviatura, T. rex. Con sus 12 m de longitud, una altura de unos 6 m y un peso total de alrededor de 6 toneladas, este Terópodo debía ser una efectiva máquina de matar, temida por todos los dinosaurios de su época. Recientemente, sin embargo, se han encontrado restos fósiles de otros dos carnívoros mayores que el T. rex, cuyos nombres aún no se han hecho famosos entre el público, aunque, posiblemente, nunca logren alcanzar la fama del Tyrannosaurus, cuyo nombre aún es capaz de despertar escalofríos de terror entre los niños, 65 millones de años después de su desaparición. Los sucesores del T. rex en la disputa por la corona del más aterrador animal que haya pisado la tierra firme se llaman Carcharodontosaurus (lagarto de dientes de tiburón), con 13.5 m de longitud y unas 8 Tm de peso, que vivió en lo que hoy es el desierto del Sahara, y su pariente cercano, Giganotosaurus (lagarto gigante del Sur), un behemoth que vivió en lo que hoy es Argentina, medía 15 m de longitud y pesaba 8 Tm. Ambos pertenecen a la familia de los Alllosaúridos, y no estaban estrechamente relacionados con el T. rex. Su cerebro era bastante menor que el de éste último, por lo que, a pesar de su mayor tamaño corporal, presumiblemente no fueron tan inteligentes como el Tyrannosaurus.

No me resisto a hacer un comentario curioso. En los nombres de Argentinosaurus huinculensis y Giganotosaurus carolinii, se puede observar una tendencia a romper con una larga tradición, consistente en nombrar a los mayores gigantes de cada grupo animal con nombres específicos usados normalmente para designar gobernantes. Así, nos encontrábamos no sólo al T. rex (rey en latín), sino al calamar Architeuthis dux (dux es un general o gobernante militar) o, por ejemplo, el mayor escorpión conocido (Pandinus imperator), la mayor mosca europea (Lucilia caesar) y la mayor libélula europea (Anax imperator). Quizás los tiempos han cambiado, y los gobernantes ya no impongan tanto respeto como en épocas pasadas, o quizás los taxónomos han asumido que la gloria de sus hallazgos, como la del Ozymandias de Shelley, es sólo efímera, y sus reyes y emperadores, serán posiblemente derrocados algún día por el hallazgo de nuevas y desconocidas criaturas.



El mayor de todos los seres vivos

Sin embargo, el récord absoluto de tamaño entre los seres vivos no lo ostenta un animal, ni tampoco una planta, sino un sorprendente hongo. Se trata de las colonias del género Armillaria, u hongos de miel. Aunque para apreciar su peculiar carácter, es necesario que revisemos nuestro concepto de individuo. Armillaria no es lo que uno reconocería fácilmente como un organismo individual, se parece, más bien, a la masa devoradora de las películas de terror de los años 50. Es un hongo filamentoso parásito, que destruye las raíces de los árboles. Su cuerpo está formado por una maraña subterránea, extremadamente intrincada, de hebras fibrosas (rizomorfos), que se extienden por el subsuelo del bosque, de un árbol a otro, alimentándose de los nutrientes que roban de éstos, hasta que los destruyen.

Lo único que podemos ver directamente de Armillaria son sus órganos reproductores, que el hongo emite, cuando las condiciones son las adecuadas, y aparecen en la superficie del bosque, generalmente junto a la base de los árboles muertos o moribundos. Nosotros los reconocemos normalmente como setas. Estas setas, del color de la miel, no son, ni mucho menos, el organismo completo, sino sólo sus cuerpos fructíferos, que permiten liberar las esporas del hongo, para que sean arrastradas por el viento y le permitan así extenderse y colonizar otras partes del bosque. En 1992, los biólogos realizaron análisis genéticos de muestras de Armillaria bulbosa tomadas en distintos lugares de un bosque de Michigan, con una extensión total de 37 acres (15 hectáreas), que resultaron ser completamente idénticas, por lo que llegaron a la conclusión de que todas ellas pertenecían a un único organismo, un enorme individuo que había colonizado completamente el bosque. Este hallazgo adquirió rápidamente notoriedad por ser el mayor ser vivo jamás encontrado, pero su récord fue bastante efímero y las nuevas investigaciones lo han dejado pequeño.


Los cuerpos fructíferos de Armillaria bulbosa

Muy pronto, fueron localizados ejemplares de un pariente cercano, Armillaria ostoyae, en el estado de Washington, con una extensión de 1.500 acres. El último hallazgo, que por ahora representa el récord máximo de tamaño de cualquier organismo vivo conocido, se hizo público en agosto del 2000. Se trata de un único individuo de Armillaria ostoyae, hallado en el Parque Nacional de Malheur, en Oregón, con una extensión de 2.400 acres, equivalente a 1.665 estadios de fútbol americano. Su masa total se estima en unas 650 Tm. Un auténtico coloso, que se extiende, progresando furtivamente, por debajo del bosque, ante nuestros propios ojos, sin que nosotros apenas nos demos cuenta. La mayor de las grandezas, muchas veces, se oculta inadvertida bajo la superficie. Al igual que los restos del Ozymandias de Shelley, medio enterrados por la arena del desierto, el más grande de nuestros gigantes yace oculto bajo tierra.

jueves, noviembre 23, 2006

La frikada de la semana

Me acaba de llegar al correo algo tan friki que no tengo más remedio que publicarlo inmediatamente. Juzguen ustedes mismos...

CREDO DEL BIÓLOGO

Creo en el DNA todopoderoso
creador de todos los seres vivos
creo en el RNA, su único hijo
que fue concebido por obra y gracia de la RNA-polimerasa
nació como tránscrito primario, padeció bajo el poder de
nucleasas, metilasas y poliadenilasas,
fue procesado, modificado y transportado.
Descendió del núcleo y a los pocos segundos fue traducido a
proteína.
Ascendió por el retículo endoplasmático y complejo de Golgi.
Ahora esta anclado sobre la membrana plasmática
a la derecha de la proteína G.
Desde ahí ha de controlar la traducción de señales
en células normales y apoptóticas.

Creo en la biología molecular,
la terapia génica, la biotecnología,
en la secuenciación del genoma humano,
la corrección de mutaciones en el gen p53,
la clonación de Dolly y la vida eterna.
Amén.

lunes, octubre 16, 2006

17.000 personas no pueden estar equivocadas.

¿Quién dijo que Garbajosa no servía para la NBA? Pues en su segundo partido con los Raptors ya es el preferido de la afición, a pesar de que sus números son peores -estadísticamente- que otros dos Raptors que entraban en la encuesta... Y Toronto con un 3-0 en pretemporada por primera vez en su historia... Le auguro un buen año de éxitos al piesdeplomo tiratriples. ¡Que siga la racha!

Mientras tanto, los incondicionales del Unicaja, lo echamos muuuuuuuuuucho de menos...

lunes, agosto 28, 2006

¿Es esto lo que han conseguido hacer con nosotros?

Se cuenta que los sacerdotes vudú de Haití soplan sobre sus víctimas un "polvo para convertir en zombi" que contiene tetrodotoxina, un veneno que extraen a partir de diversas especies de pez globo (Orden Tetrodontiformes). La tetrodotoxina es un inhibidor de los canales de sodio presentes en la membrana de las neuronas, que son los responsables de la transmisión del impulso nervioso. Los desdichados que son rociados con la cantidad justa de esta neurotoxina quedan paralizados temporalmente, de forma que la gente los toma por muertos y los entierra. Transcurrido algo más de un día, el veneno es metabolizado y eliminado de los tejidos, con lo que el "muerto" se levanta de su tumba. Convencido firmemente de que es un zombi, porque así se lo ha enseñado su religión, se convierte en esclavo del brujo para el resto de su vida, ya que todos los creyentes saben que eso es lo que debe hacer un zombi tras volver del otro lado.

Se dice que el vudú sólo sirve con aquellos que creen en él. Sólo si alguien ha sembrado en tí las semillas de la credulidad pueden tener éxito las engañifas, trucos y mentiras que los brujos venden como auténticos hechizos vudú.

Creo que lo mismo pasa con el terrorismo. Sólo si crees en su poder puede el terrorismo hacer que modifiques tus conductas y tus hábitos de vida, impedirte disfrutar de las cosas, dejar de pensar en positivo, desconfiar de cualquier cosa que desconozcas y, en definitiva, hacer que tu vida sea un terrorífico infierno. Me temo que existen muchos brujos vudú cuya misión es precisamente hacernos creer en el terror. Ayer tomé un vuelo de Granada a Barcelona. Se me pidió que exhibiera mi carnet de identidad en cuatro ocasiones antes de poder subir al avión. La Guardia Civil me cacheó con el detector de metales portátil tras atravesar el arco del control de embarque. Había pitado por la presencia de un minúsculo remache en el bolsillo de mis vaqueros. ¿No resulta un poco exagerado? ¿Es posible que la mayoría de nosotros ya nos hayamos vuelto zombis?

Leo en El País:

'Islamofobia' de altos vuelos

La negativa de los pasajeros del vuelo Málaga-Manchester a despegar con dos árabes molesta a laicos y musulmanes


La psicosis creada tras el atentado frustrado contra 10 aviones con salida en Londres, abortado el pasado día 11 por la policía británica, se dejó sentir la madrugada del miércoles 16 en el aeropuerto de Málaga. Esa noche, sobre las tres de la madrugada, tenía previsto despegar del aeródromo malagueño un Airbus 320 de la compañía Monarch con destino a Manchester (Reino Unido). Cuando la mayoría de los pasajeros estaban embarcados en la aeronave y se ajustaban los cinturones de seguridad, varias familias se negaron a acceder al aparato si antes no eran desalojados dos viajeros. Su delito: tener rasgos paquistaníes, hablar árabe, ser jóvenes y no vestir sandalias y ropa veraniega como el resto del pasaje, sino gruesos jerséis y cazadoras de cuero.

Dentro del aparato se corrió pronto la voz de la actitud de las seis personas que permanecían amotinadas en el pasillo de la terminal. Para sorpresa de la tripulación, una familia se levantó de su asiento y salió del aparato, al igual que hicieron luego otras dos. El comandante -autoridad suprema en un avión- decidió que no despegaba con los dos viajeros que algunos calificaban de indeseables, y así se lo notificó al suboficial de la Guardia Civil que se desplazó a la terminal.

El piloto, acompañado por agentes armados y personal de seguridad del aeropuerto malagueño, se dirigió a los dos hombres para comunicarles su decisión y retirarles el pasaporte. Una hora más tarde, los dos hombres, que en ningún momento opusieron resistencia al desalojo, salieron del aparato con la cabeza baja y escoltados por dos agentes. El vuelo ZB 613 abandonó Málaga con más de tres horas de retraso y dos pasajeros menos.

La compañía Monarch aseguró que los dos sospechosos fueron interrogados por la Guardia Civil durante varias horas, informa Efe. Sin embargo, un portavoz del instituto armado negó ayer que los pasajeros expulsados del avión -de nacionalidad británica y origen paquistaní y árabe- fueran retenidos. "No teníamos nada contra ellos, se revisó su equipaje y ya está, ni siquiera tenemos sus nombres", asegura el portavoz. Los dos desalojados pasaron la noche en un hotel y salieron al día siguiente hacia Manchester en un vuelo "de otra compañía", según informó la Guardia Civil.

Heath Schofield es uno de los 150 pasajeros del vuelo de Monarch. Este representante de productos químicos, que viajaba con su esposa, Jo, y sus dos hijas, de 15 y 12 años, se declaró ayer "harto de hablar con periodistas", y no quiso ayer responder a las preguntas de este periódico desde su casa de Cheshire. Sin embargo, su mujer sí había hablado con varios medios británicos. Jo Schofield, profesora universitaria, aseguró al Daily Mail que cuando los dos sospechosos entraron en el Airbus se hizo un silencio "en el que se podía escuchar caer un alfiler". Según esta testigo, las suspicacias se iniciaron después de que un pasajero asegurara que había escuchado a los dos desalojados decir "algo alarmante en árabe" y "miraban mucho sus relojes".

Tanto la comunidad musulmana del Reino Unido como representantes de la sociedad civil han condenado la expulsión de los dos viajeros. El miembro del Parlamento británico Jaled Mahmood, laborista y musulmán, calificó de "enormemente irracional" el incidente de Málaga. "La gente tiene que recuperar la cordura. No se puede acusar y tratar como si fueran terroristas a una persona sólo porque tiene aspecto asiático", dijo este diputado por Birmingham. Por parte del Partido Conservador, el portavoz de Seguridad Nacional, Patrick Mercer, fue algo más lejos y calificó la reacción de los viajeros del vuelo ZB 613 como "una victoria para los terroristas".

El secretario general del Consejo Musulmán del Reino Unido, Mohamed Abdul Bari, aseguró que los sucesos del aeropuerto malagueño son una muestra del "alto nivel de sospecha que a menudo soportan injustamente los musulmanes", y dijo que muchas personas de origen árabe "son culpables hasta que se demuestra que son inocentes".

El incidente del pasado día 15 en Málaga se une a la lista de anomalías que ha provocado el pánico tras los atentados fallidos del 11 de agosto en aeropuertos de todo el mundo. La semana pasada un vuelo desde Londres a Washington fue desviado a Boston porque una pasajera llevaba en su equipaje de mano un destornillador, cerillas y crema de manos. El pasado jueves por la mañana las autoridades aeroportuarias de Estados Unidos evacuaron un aeropuerto en Virginia Occidental después de que se informara de que un viajero llevaba dos recipientes con restos de explosivo. Posteriormente se supo que el líquido era totalmente inocuo.

El propio aeropuerto de Málaga, el cuarto aeródromo de España con 12,6 millones de viajeros en 2005, ya sido escenario de otros incidentes relacionados con supuestos terroristas islámicos. El pasado 26 de noviembre, una falsa amenaza de bomba en Boeing 737 de la compañía danesa Sterling, procedente de Estocolmo (Suecia), obligó a activar el protocolo de seguridad del aeropuerto y provocó el despliegue de numerosos miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Al parecer tres jóvenes, uno de ellos de rasgos magrebíes, dijeron en tono de broma delante de una azafata que llevaban un artefacto explosivo. Aquella vez, los viajeros supieron mantener la calma.

sábado, agosto 19, 2006

La evangelización de las zarigüeyas

Hubo un tiempo en el que las costumbres de los animales se utilizaban como ejemplos a seguir por el buen cristiano. Que la mayoría de los animales no mostrara ningún comportamiento significativo o relevante para esta utilidad no representaba ningún problema, ya que los comportamientos se inventaban y asignaban rápidamente a las distintas especies si hacía falta, según las simpatías del escritor (casi siempre un monje cristiano que no había visto en su vida al animal en cuestión).

Así, vean lo que cuenta un bestiario medieval del pobre y simpático topo:

“Es un animalito que, como no ve, cree que le ha de faltar para su sustento, y no se atreve a comer lo que sería preciso. Y jamás ve hasta la hora de su muerte; poco antes abre los ojos, y al ver tanta tierra dice: “¡desdichado de mí! ¿Por qué no he comido en abundancia y, por ahorrar, me he mantenido flaco y seco?”, y se muere de desesperación. Es comparable al avariento y usurero, que siempre cree que han de faltarle los bienes y riquezas, y nunca tiene bastante, sino que tiene mayor avidez; y cuando ha concluido, ve la muerte y lo deja todo, y aquel día, le pese o le agrade, ha de ser generoso, pues nada puede llevarse de las cosas del mundo... Por el topo podemos entender, ya que vive solamente de tierra y no puede ver la luz, una clase de hombres y de mujeres que no apetecen ni se nutren sino de los placeres terrenales, y no toman alimento ni creen en las cosas del cielo. De éstos podemos decir que no ven la luz, pues no están iluminados por los designios celestiales; pues los deseos terrenales acosan a los hombres que en ellos se deleitan”

Bestiaris II. S. Panunzio. 1964.


La comadreja (a pesar de ser la única capaz de acabar con el peligroso basilisco) también es un mal ejemplo para los hombres, no sé bien si debido a su afición al sexo oral. Desde luego, imaginación no les faltaba a esta gente:

“De la comadreja dijo el fisiólogo que concibe a través de la boca y, una vez preñada, pare por las orejas. Hay algunos que comen el pan espiritual de la Iglesia: pero cuando se alejan de ella, arrojan la palabra divina fuera de sus oídos, como la comadreja impura, y se vuelven como el áspid sordo, que se tapa las orejas.”

Physiologus, S. II.


Otros animales, por el contrario, representan buenos ejemplos a seguir. Uno de los que mejor prensa tienen en los bestiarios (vete a saber por qué) es la pantera, cuyo comportamiento es ejemplar hasta cuando se pasa durmiendo tres días seguidos:

“La pantera es una bestia muy bella, a manchas negras y blancas, y vive del siguiente modo: de su boca brota tan buen perfume que, cuando ruge, todos los animales que hay en los contornos vienen ante ella, por el gran placer que les produce el aroma que mana de su boca, a excepción de la serpiente, que huye cuando la oye rugir. Y cuando los demás animales han llegado ante ella, atrapa a los que más le agradan y se los come; luego se echa a dormir en algún lugar, y duerme tres días; después, se levanta y vuelve a rugir (y los animales vuelven de inmediato a ella, y coge y devora a los que quiere). Y de esta manera vive y pasa su tiempo.

Esta pantera significa algunos hombres buenos de este mundo, que predican y gritan con fuerza las dulces palabras de Dios, que conducen a las almas a la vida eterna, y así se atraen, por el aroma de las palabras, a todas las criaturas que creen en Dios firmemente; pero, así como la serpiente huye de la pantera, así rehuyen todos los incrédulos el oír la palabra auténtica y perfumada del buen predicador que, cuando ve a los hombres y mujeres buenos que le agradan -que son su vida y su alimento-, hace que ganen la vida eterna del paraíso. Pues ellos, con sus palabras y predicación, hacen que se salven las demás gentes, y así ganan ellos sus almas; pues la Escritura dice que quien, por su predicación o su buena conversación, consiga salvar almas habrá ganado su propia alma y la otra.

Y así como la pantera duerme tres días y después vuelve a rugir como lo había hecho al principio, y acuden a ella los animales de los que se alimenta, así obran los buenos predicadores; pues más se demoran en leer y en meditar las Sagradas Escrituras, y en pensar en las profundidades de la divinidad de Dios, que en predicar a las gentes. Y bien se puede decir que duermen en cuanto al cuerpo, cuando están ocupados en semejantes cosas, como resulta con muchos santos. Y os diré de san Bernardo, que fue uno de los predicadores de buen aroma, que, mientras cabalgaba con sus monjes en el curso de un viaje, pasó por una ciudad, y una vez pasado, no se había dado cuenta -tan ocupado estaba en sus cosas del cielo- y apenas creyó a sus monjes cuando se lo contaron.”

Bestiaris I. S. Panunzio. 1963.


De esta manera, esperaban los autores de los bestiarios influir en el comportamiento de la gente, que debía actuar a imagen y semejanza de los animales. Hoy los tiempos han cambiado y, como no podía ser menos, son los animales los que modifican su comportamiento siguiendo los pasos de los humanos. Que esto ocurre con frecuencia ya lo sabíamos. La omnipresente presencia humana en los ecosistemas naturales hace que ya queden pocas zonas en el mundo donde los seres vivos mantengan sus costumbres y formas de vida ancestrales. A los jabalíes les resulta más sencillo acudir a hacer la compra a los contenedores de basura de las urbanizaciones, los gatos callejeros hace ya mucho tiempo que dejaron de vivir de cazar ratones y pájaros, las gaviotas se dedican ahora a rebuscar en los vertederos y hasta los pocos meros que aún quedan en las Islas Medas acuden a las manos de los buceadores para recibir las raciones de salchichas a las que los vienen acostumbrando desde hace un par de décadas.

Pero poco podíamos imaginar que el impacto del hombre sobre la biología de una especie pudiera llegar hasta el extremo que se muestra en la reciente investigación de Jenny Martín, de la Universidad de Melbourne, sobre las zarigüeyas de cola peluda (Trichosurus caninus). Las zarigüeyas australianas son unos adorables bichitos peludos que normalmente pasan el día en los árboles. Las de cola peluda bajan de noche al suelo para buscar su alimento. Estos animales han sido tradicionalmente un magnífico ejemplo de poliginandria (como ocurre en la mayoría de mamíferos pequeños). Es decir, tanto las hembras como los machos forman parejas con varios miembros del sexo opuesto. En los bosques australianos, su hábitat natural, las zarigüeyas de cola peluda de ambos sexos vivían (al menos hasta ahora) una vida solitaria, reuniéndose esporádicamente con las parejas que podían encontrar (es decir, más o menos como ocurre con los humanos adultos jóvenes en las grandes ciudades).

Pero estas costumbres están cambiando. Jenny Martín ha demostrado que en las zonas de su área de distribución más deterioradas por la actividad humana, las zarigüeyas se están volviendo monógamas. Ahora forman parejas estables, que permanecen cazando juntas durante varios años y crían a sus hijos entre ambos progenitores. Se diría que, cuando se encuentran cerca de las comunidades humanas, las zarigüeyas imitan a sus vecinos primates, abandonando sus salvajes costumbres sexuales para formar una familia cristiana como dios manda. Esos herederos de los bestiarios medievales, el Foro de la Familia, estarán contentos. La palabra de Dios ha llegado hasta los marsupiales.

Fuera bromas. La realidad es otra muy diferente y, como casi siempre, mucho más triste. La actividad humana ha hecho disminuir las poblaciones de zarigüeyas, hasta el punto de que los encuentros con miembros del sexo opuesto se han hecho cada vez menos probables. Si antes, en los buenos tiempos, la vida solitaria era una estrategia válida para una zarigüeya, confiando en los hallazgos fortuitos de un compañero con el que poder reproducirse, gracias a la abundancia de éstos en los bosques, ahora, la progresiva disminución del tamaño de las poblaciones debido a la destrucción del hábitat ha causado que la única estrategia viable para encontrar pareja sea mantener la que ya tienes durante el máximo tiempo posible. La selección natural no perdona, y actúa rápido. Las parejas que optaban por seguir una vida poligámica pueden seguir viviendo en las áreas remotas, donde su densidad de población se mantiene aún elevada, pero desaparecen rápidamente sin dejar descendencia en las zonas habitadas por el hombre, al carecer de las oportunidades reproductivas que sí tienen en estos hábitats civilizados las que se han decidido por la vida en pareja.

El estudio, lejos de ser una mera anécdota, puede servir para interpretar los cambios de estrategias reproductivas que han podido tener lugar a lo largo de la evolución de otros grupos de especies. Por ejemplo, los primates. En el orden Primates hay estrategias reproductivas para todos los gustos. Los gibones, por ejemplo, son estrictamente monógamos, habitan las selvas asiáticas donde permanecen con densidades de población relativamente bajas. Los gorilas son estrictamente polígamos y los grupos están formados por un único macho dominante y muchas hembras reproductoras. Los chimpancés son poliginándricos, y sus familias constan de un número variable de machos y hembras que se aparean entre sí con una promiscuidad que asustaría a los católicos que pretenden poseer la verdad sobre las relaciones pro natura o contra natura.

En cuanto a los humanos... pues hay tantas opiniones como antropólogos. Pero al margen de las opiniones sesgadas, hay una realidad biológica indiscutible: en el orden Primates existe una evidente correlación entre dimorfismo sexual y poligamia, con un espectro que va desde los gibones, monogámicos sin dimorfismo sexual (macho y hembra presentan idéntico tamaño), hasta los poligámicos gorilas o los mandriles, donde el macho pesa casi el doble que la hembra. Los humanos presentamos el mismo grado de dimorfismo sexual que los chimpancés (alrededor de un 20% más pesados los machos que las hembras), por lo que deberíamos tener estrategias reproductivas parecidas... Y yo creo que las tenemos. Aunque las distintas religiones del Mundo (y especialmente las cristianas) nos intenten inculcar una vida monogámica, nos empeñamos en ser poliginándricos como nosotros solos. Los gibones no necesitan mandamientos religiosos para combatir el adulterio, ya que está en su naturaleza ser monogámicos. Los humanos necesitamos mandamientos, represión, leyes y mucho, mucho cargo de conciencia por haber cometido nuestros pecados. Puede ser que la solución (¡Idea para el Foro de la Familia!) sea reducir nuestra densidad de población hasta alcanzar los niveles que han alcanzado las zarigüeyas de cola peluda. Al fin y al cabo, como pretendían los bestiarios medievales, en lo bueno y en lo malo, seguimos tomando a los animales como ejemplo.

jueves, agosto 03, 2006

South Park Studio

¡Todo un clásico de los blogs! Mi avatar de South Park, hecho con South Park Studio.


miércoles, agosto 02, 2006

La historia imposible de Silvina Borges

Ayer estuve viendo La Casa del Lago, y eso me ha hecho rescatar del olvido una vieja historia que escribí en 1999. Al fin y al cabo, si las productoras de Hollywood pueden hacer remakes de películas coreanas (aunque luego los fans de IMDb.com encuentren tantos fallos de guión), entonces yo puedo plagiarme virtualmente a mí mismo sin ningún cargo de conciencia. Espero que disfrutéis de la historia.

* * *

La historia imposible de Silvina Borges
(basada en una idea original de Rudy Rucker)


Causa y efecto aún enlazan muchos de
los acontecimientos de nuestro mundo.
Pero también es cierto que muchos acontecimientos
se producen sin ninguna razón real.
Rudy Rucker. La cuarta dimensión. 1994.

I
Granada, 1 de junio de 2000

Se escucha un casi imperceptible lloriqueo que procede de un atadijo de trapos rosados, situado en pleno centro del umbral de la casa de los Borges. La señora Borges abre la puerta.

- ¡Dios mío! ¡Juan, ven ahora mismo! ¡Hay un bebé en el portal!
- ¿Pero qué dices?... ¡Dios, es verdad! Hay que llamar ahora mismo a la policía.
- Espera... no tan rápido. Tengo una idea mejor... ¿no crees que esto es una bendición del Cielo?...

No crean que fue difícil para el Doctor Juan Borges, director del servicio de nacimientos del Hospital Materno-Infantil, registrar a la joven Silvina Borges como su hija. Al fin y al cabo, más por desgana que por vergüenza, habían logrado mantener oculto entre sus amistades el hecho de que no podían tener hijos, a pesar de haberlo deseado más que nada en el mundo. Sin duda, Juan consideraba esta limitación una cruel ironía del destino. Él, que diariamente colaboraba en la alegría de decenas de parejas. Su esposa, al contrario, había llegado a pensar que era el destino de una cruel ironía. Ella, que se había casado con el hombre más interesado en los niños que había en Granada. Pero ahora todo había cambiado, porque allí había aparecido Silvina para romper la paradoja, y ya nada sería lo mismo.


II
Madrid, 17 de abril de 2019

- ¿Cómo se lo explicaría yo? Es algo... desconcertante.
- Adelante, doctor, soy estudiante de biología molecular. Creo que podré entender lo que tenga que decirme.
La joven Silvina había crecido. Había tenido una infancia todo lo feliz que una niña podría haber deseado, unos padres volcados en su felicidad y un interés colmado por todo lo relacionado con las ciencias de la naturaleza. Había orientado su pasión hacia el conocimiento y había tenido a su disposición la bien nutrida biblioteca de sus padres, para responder a cualquier duda que se le hubiera planteado, desde la historia de la colonización espacial, hasta los libros de Aristóteles o Plinio. Sin duda, su consciencia le repetía continuamente, había sido feliz.
Pero ahora estaba sentada delante de la mesa de un médico, un genetista nada menos. Todo había partido de ciertos análisis que ella misma se había hecho en la clase de prácticas de biología. Desoyendo el consejo de su profesora, había obtenido su propio cariotipo, en lugar de realizar la práctica a partir de la sangre que sus profesores habían ofrecido a toda la clase. Tras obtener un resultado tan inesperado como alarmante, decidió ponerse en manos de los expertos, para que le aconsejaran.
- Hablaré entonces francamente, -continuó el genetista, con palpable afectación en su voz- creemos que usted tiene sólo 18 pares de cromosomas, en lugar de los 23 normales. Sí, ya sabemos que esto es... ¡imposible!, pero hemos repetido los análisis cinco veces. Es un resultado concluyente.
- Supongo que quiere decir que soy... un monstruo.
- ¡De ningún modo!, entiéndame, sus cromosomas son diferentes, más largos de lo normal. Supongo que, sencillamente, tiene usted sus genes ordenados de manera distinta al resto de... -le costó bastante trabajo buscar la palabra- los humanos. En cualquier caso, es usted una persona absolutamente sana. En principio, no debe temer nada por su salud. Supongo que debe usted tener los mismos genes que cualquiera, sólo que, por una razón que ni siquiera nos planteamos poder conocer, los suyos se han ordenado de forma absolutamente distinta. Sencillamente, no sabemos nada sobre su caso. Es el primero que conocemos. No se sabe de nada, ni siquiera remotamente, semejante.
- Pero, supongo que esto quiere decir que... -Silvina había ido analizando la información, hubiera deseado en ese momento tener menos conocimiento del que poseía, porque de ese modo, la realidad no hubiera acudido a su mente de forma tan brutalmente cruel- ...¡jamás podré tener hijos!
- Bueno, supongo que efectivamente así es -el doctor no se había parado hasta entonces a pensar en esta consecuencia. Para tener un hijo viable, sus cromosomas deberían poder alinearse con los de su pareja. La posibilidad de que sean compatibles es muy remota, dada la enorme diferencia. No creo que pueda encontrar una pareja compatible... ¡él debería tener 18 pares de cromosomas!

Silvina abandonó la consulta, cabizbaja y pensativa. De repente, le vino a la mente la idea de que, de alguna forma, ella lo había sabido siempre. Había sabido que tenía que haber alguna trampa. Su padre le había contado, en cuanto tuvo la madurez suficiente para entenderla, toda su historia. Pensó en que, de alguna forma, había una cierta justicia cósmica en todo ello. La historia de los Borges había recibido una prórroga, un tiempo extra de vida, pero había sido por una única generación más. Improrrogable. El linaje desaparecería con ella, como debió desaparecer con sus padres hacía dos años, en aquel infortunado accidente...
Era un monstruo. Un individuo único en su especie, que había aparecido en el umbral sin tarjeta de presentación. Pensó en aquellas palabras de Carl Sagan, en "Sombras de antepasados olvidados", que había leído a los dieciséis años y, por razones obvias, habían quedado grabadas en su mente:
"Las personas somos como bebés recién nacidos abandonados en un portal, sin ninguna nota que explique quiénes son, de dónde vienen, qué carga hereditaria de atributos y defectos pueden llevar, o cuáles podrían ser sus antecesores. Desearíamos ver las fichas de estos huérfanos".
Pensó en su madre biológica. ¿Quién había sido? ¿Qué ser humano habría podido dar lugar a una mutación tan desgarradora? ¿Y cómo había podido engendrar un bebé viable, ella misma? Esta vez, llegaron a su mente, por alguna razón inconsciente e insondable, las viejas palabras de Homero, en el Canto XI de la Odisea:
"Así habló, y yo quise abrazar el fantasma de mi madre muerta. Tres veces intenté retener su imagen y tres veces escapó entre mis manos, como una sombra, como un sueño".
Era una sombra. Era un sueño. Su historia era una elipse ilimitada, pero finita. Sin duda, no había solución a su extraordinario problema. ¿O quizás sí?...


III
Cambridge, Massachusetts, 5 de mayo de 2025

- Buenas noticias, Adolfo, he conseguido estabilizarlo. Creo que voy por el buen camino.
- Estupendo. A mí también me están saliendo los experimentos. Ayer conseguí enviar una goma de borrar hacia adelante... 25 segundos.
Silvina había conocido a Adolfo Bioy en Harvard, donde ambos se encontraban haciendo el doctorado, gracias a sendas becas. Enseguida, ambos habían congeniado, se podría decir que inevitablemente, gracias a la sutil coincidencia de sus nombres y apellidos. No es de extrañar que ambos fueran fanáticos de la literatura argentina.
La mente de Adolfo era superior a las del resto de los mortales. Silvina se maravillaba de cómo podía entenderse entre aquella maraña de integrales y corchetes, pero Adolfo se encontraba en su salsa. Se había propuesto, desde niño, entender la Teoría de la Gravitación Cuántica, por el simple hecho de que decían que sólo tres personas en el mundo podían hacerlo. Había leído a Asimov, y le habían seducido aquellos viejos tomos de H.G. Wells que encontró en un rincón de la biblioteca de sus tíos. Ahora era físico teórico, y se encontraba en el mejor lugar del mundo para serlo. Sin duda, había tenido sus diferencias con los profesores, casi desde el mismo día en que llegó a Harvard. Su extraña afición por las aplicaciones prácticas de la Física era absolutamente incomprendida en aquel mundo de pizarras y papeles llenos de letras griegas. Pero, secretamente, en un cuarto olvidado de la Facultad, llevaba a cabo un proyecto que debía hacerle famoso. "Todo es cuestión de controlar el flujo de antimateria", se repetía continuamente. "Algún día lo lograré".
Silvina, por su parte, había decidido embarcarse en su propio proyecto, desde aquel lejano día en que salió cabizbaja de una consulta de genética en Madrid. El viaje había sido, sin duda, largo, pero ya estaba llegando a su término. Al fin y al cabo, las técnicas esenciales se conocían desde hacía 25 años. Sólo era cuestión de completar los detalles. Y además, desde aquel día en la clase de prácticas de biología, había comenzado una larga historia de experimentos realizados con su propio cuerpo.
Aquel mismo día, había conseguido extraer el material genético, los 18 cromosomas, de uno de sus propios óvulos, y había insertado la dotación completa, 36 cromosomas, de una de sus células epiteliales. Había sumergido la diminuta célula en una solución nutritiva y se había estabilizado. Incluso había comenzado a dividirse. Sí, por fin, tras infinitas noches de vigilia y ansiedad, había conseguido burlar al destino. En su laboratorio, por ahora esperando en un cajón del frigorífico, dentro de un tubo de ensayo de aspecto indiferente, tenía un clon de sí misma.


IV
Cambridge, Massachusetts, 2 de febrero de 2026

Silvina respiraba con dificultad, sentada en aquella mesa y vestida con un pijama azul celeste, abierto por debajo. Rodeada de enfermeras, médicos y policías, controlaba el ritmo de las contracciones, y trataba de empujar. Estaba segura de que era el día más importante de su vida. Adolfo lo tendría todo preparado. Nada importaba que los federales, con órdenes estrictas de la Comisión de Bioética del Congreso, se llevaran a su hija en cuanto naciera. Esos estúpidos conservadores no habían entendido su problema. La prohibición de clonar seres humanos no podía tener ninguna excepción. Daba igual que ninguna técnica de reproducción asistida fuera viable con su caso. Con su dotación cromosómica anómala, ella sabía -todos sabían- que la clonación era su única esperanza para tener hijos.
Sin embargo, tras arduas y prolongadas discusiones en el congreso, algún viejo carcamal sureño había conseguido convencer al resto de la Cámara de que los principios filosóficos de la ética humana eran más importantes que un pequeño abuso de la ley regulatoria de la pena de muerte. Un desconocido juez, que no había tenido la valentía de mirar a Silvina a los ojos, había firmado la sentencia. Como era demasiado tarde para un aborto, el bebé sería eliminado inmediatamente tras el parto. No había excepciones.
Pero Silvina estaba tranquila. Confiaba en Adolfo. Sabía que tenía muy buenos amigos entre el personal del hospital e incluso entre los federales. Sabía, además, que la mayor parte de la opinión pública estaba con ella. Puede que clonar seres humanos sea despreciable, pero más despreciable aún era destruir una vida inocente. La vida de su hija. Quizás su propia vida. Al fin y al cabo, su hija era, en cierto modo, ella misma ¿o no era así?
Aquí venía, era preciosa, como su madre. En realidad, era igual que su madre. Mirándola se reconoció a ella misma, en las fotos que había guardado en su álbum la bondadosa señora Borges. Su madre, que, entusiasmada, le había hecho fotos el mismo día en que apareció en el portal de su casa. Parecía que las estaba viendo. Jamás había pensado que iba a tener la ocasión de contemplar, en vivo y en directo, la imagen de la niña que aparecía en aquellas fotos. ¡Dios!, el parecido era asombroso. Todos aquellos artículos que había leído, de prestigiosos expertos que afirmaban que el ambiente era tan importante como los genes, estaban equivocados. Su hija era su viva imagen. Era ella misma.
No pudo evitar romper en lágrimas cuando las manos de un agente federal se la arrebataron de los brazos del médico. Ni siquiera dejaron que Silvina la tocara. Los muy hijos de puta. Iban a matarla. Era absolutamente inocente, ¡por el amor de dios, era un bebé recién nacido!, pero habían resuelto matarla. Menos mal que Adolfo tendría algo preparado. Se lo había jurado. Sin embargo, no pudo evitar las lágrimas.

El policía sacó a la recién nacida de la sala, y se la llevó abajo, hasta el garaje de las ambulancias. Se subió con ella en la cabina de una ambulancia. Allí estaban esperando dos personas. El conductor, y Adolfo.
- Hola, Mark, ¡dios mío, es preciosa! Muchas gracias por lo que has hecho. Jamás podré agradecértelo lo suficiente. Sé que perderás tu empleo por esto.
- No me des las gracias. Me estaba ya cansando de ser un federal. Y jamás me hubiera perdonado a mí mismo si hubiera llevado a esta niña hasta el patíbulo. Tengo mi propia ética. No me la va a imponer ningún político decrépito. Toma, llévate a tu hija.
Su hija. Qué ironía. Adolfo sabía que no tenía nada que ver con la niña que tenía entre sus brazos. Sin embargo, la sentía como suya, en el mismo sentido en que sentía como suya a Silvina.

El motor de la ambulancia rugió mientras se encaminaba hacia la zona universitaria. Adolfo había pensado ir a su casa, coger su coche y huir lejos con la niña. Lo primero era perderse de vista y tener tranquilidad para pensar. Más adelante ya decidiría qué hacer. Pero cuando estaban llegando a la casa, vio un montón de coches de policía en la puerta.
- ¡Demonios! Ya se han dado cuenta de la fuga. Imposible llegar a la casa. ¡Rápido! ¡Vamos a la facultad de Física!
Adolfo había urdido en su mente un plan alternativo, que ahora se había transformado en inevitable. No había pensado en que sería necesario llevarlo a cabo, la posibilidad de que tuviera que recurrir a medidas drásticas era remota. Sin embargo, las cosas habían transcurrido demasiado rápido, y ahora no veía otra opción. Mientras la ambulancia se encaminaba hacia la Facultad, una veintena de coches de policía comenzaron a perseguirla. El ruido de las sirenas era ensordecedor. Afortunadamente, Adolfo ya tenía claro lo que tenía que hacer.

Llegaron al viejo edificio de Físicas. Adolfo apretó contra su pecho a la hija de Silvina, envuelta en una maraña de trapos rosados. Mientras avanzó, a grandes zancadas, hasta la entrada del edificio, oyó los frenazos de los coches que le perseguían, y los golpes de las puertas que se cerraban. Creyó escuchar alguna voz que le gritaba: "¡Quieto!". Sus piernas lo llevaron, de forma autónoma, hasta el hall de la Facultad. Después, bajó corriendo unas escaleras y se encaminó hacia la parte menos conocida del edificio. Escuchaba el atronador ruido de muchas botas que le seguían.
Entró en un pequeño cuarto y cerró con llave la puerta deteriorada por el paso de los años. Sin dejar de apretar a la niña entre sus brazos, encendió la luz. Allí, encima de la mesa, estaba esperándole el artificio que constituía la parte principal de su plan alternativo. Le había costado muchos años. Pero ahora estaba seguro de que funcionaría correctamente. Había llevado a cabo cientos de ensayos, primero con gomas de borrar, después con insectos y una vez había metido un gato. Siempre había ido bien, lo mismo hacia adelante que hacia atrás en el tiempo. El gato, apareció tres días más tarde, y el reloj que había puesto en su collar marcaba la misma hora que tenía cuando había apretado el botón. Allí estaba, delante de sus ojos, su gran invento, que un día habría de hacerle famoso, su máquina del tiempo.

Adolfo pensó rápidamente, mientras los puños de los policías golpeaban la puerta del cuarto. Era una tontería enviarla hacia al futuro. La estarían esperando. Los federales entrarían en unos minutos en el cuarto, quizás al principio estarían incrédulos, pero de ninguna forma eran tontos. Verían el destino marcado en la pantalla del ordenador y en el fichero de registro. Sabrían en qué momento y lugar aparecería la niña y la estarían esperando. La única alternativa era enviarla al pasado. Adolfo sabía muy bien dónde y cuándo tenía que enviar a la niña, para que tuviera oportunidad de sobrevivir. Rápidamente, colocó el paquete de trapos rosados en el aparato, tecleó febrilmente en el ordenador unas coordenadas de tiempo y de espacio y apretó el botón.
La puerta se abrió de una patada. Demasiado tarde. La máquina ya ha funcionado. La niña está a salvo.


V

Granada, 1 de junio de 2000

Se escucha un casi imperceptible lloriqueo que procede de un atadijo de trapos rosados, situado en pleno centro del umbral de la casa de los Borges. La señora Borges abre la puerta.


Heather Murray. Goddess of Time. 2002